‘’El proyecto de Más Barrio Melón provocó la unión de muchos vecinos que antes no querían hacer nada’’

Hablamos con Cecilia González, dirigenta vecinal de Lo Hermida, en la comuna de Peñalolén

Cecilia González es presidenta de una copropiedad y del comité de seguridad ciudadana y de desarrollo social de esta en el barrio Lo Hermida, en la comuna de Peñalolén, y vive ahí desde hace más de 40 años.

Con una larga trayectoria de trabajo comunitario y organización vecinal a sus espaldas, tras conseguir varias mejoras para la comunidad, González postuló en 2016 para formar parte del Programa de Más Barrio Melón. El resultado, dice, fue ‘’un sueño hecho realidad’’.

El proyecto, realizado gracias a la donación de excedentes de Melón, consistió en la pavimentación de la zona del patio común, el parking y el pasillo entre las viviendas de un condominio que consta de nueve edificios, con cada uno 16 departamentos, en el que viven más de 140 familias.

¿Cómo era este espacio antes de llevar a cabo el proyecto?

Era un problema porque había tierra en verano y barro en invierno, y como todos pasábamos por ahí, no había nadie que no se hubiera resbalado o caído alguna vez.

¿Entonces se descubrió el proyecto?

Sí, un concejal amigo mío me dijo que la empresa Melón estaba haciendo esto, y que se trataría de poner en contacto con ellos. Pasó harto tiempo y yo iba preguntando, pero me dijeron que tuviera paciencia, hasta que llegó el momento en 2016. Inauguramos el espacio en noviembre de ese año.

¿Cuál fue el primer paso?

Primero que nada me puse en contacto con Proyecto Propio, que me dijeron que no había problema, y me pasaron el formulario. Y yo no me lo podía creer, porque llevaba años intentando esto con el municipio.

¿Se había postulado a algún fondo para hacerlo antes?

No, pero hablamos con la municipalidad y nos dijeron que era imposible. Pero después nos apoyaron bastante, nos prestaron excavadoras y camiones para sacar los escombros. Tuvimos mucha ayuda de la municipalidad.

¿Después se reunió con los vecinos?

Sí, nos reunimos y les dije que esto iba a ser un trabajo voluntario y sin fines de lucro. Que Melón y Proyecto Propio nos iban a dar solo el hormigón pero que teníamos que organizaros.

Aquí hemos hecho muchas mejoras pero a veces cuesta que los vecinos colaboren. Pero se hizo, nos costó pero se hizo.

Hemos hecho muchas mejoras pero a veces cuesta que los vecinos colaboren

¿Cuánto tiempo duró el proceso?

Fue muy rápido considerando que el espacio es muy grande, porque hay el parking, los lados, y el pasillo de las viviendas.

¿Qué supuso tener que aportar las herramientas y los materiales?

Hicimos varias actividades, vendimos almuerzos, completos, y venían todos los vecinos. Con el dinero compramos todo, las carretillas, las palas, y hasta nos quedó un excedente, que luego se ocupó para la inauguración.

Con el programa también hay que aportar la mano de obra. ¿Se tenía conocimiento sobre cómo trabajar?

Mucha gente nunca había tomado una pala, como yo y la mayoría de las mujeres, pero aprendimos aquí.

¿Cómo fue la organización entre los vecinos?

Empezaron participando más de 20 vecinos, pero después terminaron menos, y fuimos las mujeres las que más trabajamos. Esparramábamos el hormigón, que es un trabajo pesado, y cuando me llamaban de Melón yo avisaba por Whatsapp para ver quién estaba en casa ese día, y media hora después llegaba el camión. Un día hasta llegaron dos camiones juntos, así que las señoras dejaban de hacer lo que estuvieran haciendo y venían y sacábamos todo el cemento.

Las que más trabajamos fuimos las mujeres

¿Cómo se valoró el resultado del proyecto?  

Yo estoy muy contenta, y la mayoría de los vecinos también, pero siempre se dan algunas divisiones.

¿Cuál fue la mayor dificultad?

Que me quedé sola, porque los otros dos responsables no siguieron las indicaciones que nos dieron desde Proyecto Propio, que era que el hormigón solo se podía poner en las áreas comunes. Alguien puso hormigón en un espacio personal y luego hicieron un muro de contención, aunque la fundación lo había revisado y había dicho que no lo hiciéramos, por motivos técnicos, porque podía caerse.

Esto fue muy feo y me sentí muy irresponsable ante Proyecto Propio, pero uno siempre tiene que tener presente que van a pasar cosas así, y hay que estar pendiente. Pero aparte de esto ningún problema.

¿Qué impacto tuvo en la comunidad el hecho de tener que organizarse para llevar a cabo el proyecto?

El proyecto provocó la unión de muchos vecinos que antes no querían hacer nada, y  ahora apoyan para organizarse, juntan plata, vienen al tiro y esto es motivador.

¿Cómo valora el trabajo que se hizo con Proyecto Propio?

Fueron muy buenos, son personas con las que uno puede tener una muy buena llegada, y apoyan mucho. Yo no los conocía antes pero después de esto seguimos en contacto y me autorizaron para dar información si se necesitaba hormigón para otras copropiedades, jardines infantiles o espacios comunes. Yo le mando el formulario a quien lo necesite.

Este tipo de iniciativas son excelentes porque nunca podríamos haber hecho esto sin el programa

¿En este sentido está coordinada con las otras comunidades?

Tengo contacto con otra gente porque hemos hecho buenas migas, y como para postular a fondos concursables tiene que haber otro dirigente del sector que de su apoyo con una carta, porque es un requisito de la municipalidad, nos apoyamos  cuando necesitamos algo.

¿Qué opina de que empresas como Melón realicen este tipo de iniciativas?

Lo encuentro excelente porque nosotros nunca podríamos haber hecho esto sin el programa. Antes del programa hubo un ofrecimiento en el que teníamos que pagar 15.000 pesos por camión, y no habríamos podido hacerlo.

¿Tienen algún otro proyecto para realizar próximamente?

Estamos viendo los fondos concursables para arreglar el cierre perimetral porque en el estado en qué está ahora es peligroso. Tengo las bases listas y ahora tenemos que juntar un poco más de plata, porque no hay una exigencia pero tenemos que tener algún ahorro. Vamos a tener que hacer una completada o alguna otra actividad.