‘’Sin este tipo de iniciativas las comunidades con pocos recursos no podríamos hacer proyectos’’
Entrevistamos a María Gatica y a Giovanna Mora, responsables del proyecto del Programa Más Barrio Melón que desarrollaron en su comunidad, en Peñalolén
María Gatica y Giovanna Mora son vecinas de una copropiedad en el barrio Lo Hermida, en la comuna de Peñalolén, y hace más de 10 años que forman parte del comité de vecinos, donde han tenido un rol activo en llevar a cabo iniciativas para mejorar su comunidad.
En septiembre de 2017 ambas tomaron el papel de responsables para desarrollar el proyecto del Programa Más Barrio Melón, con el que pavimentaron el patio compartido de la copropiedad, que sirve también de parking.
¿Cómo descubrieron el Programa Más Barrio Melón?
Una vecina nos habló del proyecto, nos dijo que ellos lo habían hecho y nos dio los contactos. Después una vecina nuestra fue a ver lo habían hecho y empezamos a gestionarlo todo con una reunión.
¿Se juntaron con los demás vecinos para decidirlo?
Sí, siempre preguntamos todo a los vecinos. Les preguntamos si querían hacer este proyecto, del que no sabíamos mucho, pero dijeron que sí y lo averiguamos.
¿Cuál fue el proyecto a desarrollar?
Queríamos pavimentar el patio porque era de piedras y teníamos un gran problema con el ruido que hacían los autos, sobre todo para los vecinos del primero y el segundo piso. Además los niños se caían y se hacían daño, y no tenían como jugar.
¿Entonces se reunieron con Proyecto Propio?
Sí, vinieron y rellenamos el formulario, midieron el espacio y nos explicaron el programa y como hacer el trabajo. Nos dijeron que tenía que haber dos vecinos responsables y unos cuatro o cinco para cuando viniera el camión, y se orientó a un vecino que sabía cómo trabajar con el cemento para que hiciera los equipos.
¿Cuál fue el primer paso una vez aprobado el proyecto?
Teníamos que organizarnos para juntar la plata. A cada uno le tocaba juntar 40.000 pesos, 20.000 en la primera etapa y 20.000 en la segunda, y cada uno lo aportó de su bolsillo, nadie reclamó.
También había que ver qué vecino iba a trabajar, qué vecino iba a recibir las llamadas cuando llamara el camión, quién iría a ver cómo había quedado el cemento en la otra copropiedad…
¿Cuánta gente se implicó en el proyecto?
Toda la comunidad. Incluso las vecinas que no podían por lesiones apoyaron en otras cosas, como dar comida y bebidas a los que trabajaban. Todo el mundo aportó.
¿Qué supuso tener que aportar los materiales y las herramientas para desarrollar el proyecto?
Todo lo conseguimos los vecinos. Muchos los tenían en sus departamentos o si no los conseguimos de familiares.
¿Y tenían el conocimiento de cómo utilizarlos?
No, nada, solo algunos hombres más o menos lo sabían, pero nos explicaron cómo hacerlo y el día que llegó el primer camión de cemento nos explicaron dónde ponerlo.
¿Cuánto tardó la obra?
Como dos o tres meses en hacerse todo. Primero venían tres o cuatro camiones a la semana hasta que se hizo la mitad del proyecto, pero luego se demoró un poco más.
¿Cómo fue la organización entre los hombres y las mujeres de la comunidad?
Había un hombre que como no trabajaba siempre estaba, y le apoyábamos, pero éramos más mujeres que hombres trabajando en el proyecto, éramos como 20.
Emparejar era lo más complicado porque no sabíamos hacerlo, pero con este vecino nos ayudábamos, y luego en la tarde llegaban los demás y ayudaban a picar, nivelar y a poner las mallas.
¿La gente de la comunidad estuvo contenta con el resultado?
Sí, el cemento salió bien, pero hubo un problema con que lo gestionáramos nosotras.
¿Qué pasó?
Hubo un problema con el presidente y la delegada de la otra torre, que querían hacer la obra diferente a como nos habían indicado, y que cuando íbamos por la mitad pidieron pararlo.
Pero había que hacerlo porque si no, no se hace nada. La directiva no ha hecho nada en estos tres años, proponen ideas pero no desarrollan ninguna, y esto fue iniciativa de los vecinos.
¿Cómo valoráis el trabajo con Proyecto Propio?
Fue bueno, muy rápido, y estuvimos bien informados.
¿Qué opinan de que empresas como Melón realicen este tipo de iniciativas?
Es muy bueno porque si no las comunidades como nosotros, que no tenemos muchos recursos, no podríamos hacer proyectos.
¿Creen que además fomentan la cooperación en la comunidad? ¿Notaron algún cambio en los vecinos?
Sí, hacía más de diez años que estábamos en el comité, pero desde que llegamos aquí hace tres años, la gente se había como encerrado. Pero cuando empezó el tema del cemento volvió la alegría y la unión, trabajamos todos juntos, volvió a haber el grupo de antes, y había motivación y ganas de participar.